Desde sus orígenes la artesanía Argentina fue encaminada a satisfacer las necesidades del día a día o como complemento de los rituales. No se fabricaban utensilios para su venta aunque si se utilizaban como moneda de cambio, trueque, algo que sigue ocurriendo habitualmente en la actualidad.

El legado precolombino se ha ido transmitiendo y evolucionando de diversas formas en cada región. La forma de trabajar la madera tallándola, de utilizar el mimbre o las cañas en la cestería, el trabajo del barro en la cerámica o de la arcilla o el esmerilado y pulido del vidrio ha ido trascendiendo de generación en generación.

Papel de gran tradición en sus trabajos y su transmisión tiene la soguería, que se basa en la cuidadosa selección y posterior trabajo del cuero crudo como materia prima. Lonjas, pulseras y boleadoras son exquisitamente confeccionadas con el resultado del trabajoso proceso de preparación de este cuero. Magníficos cuchillos son confeccionados con este elemento en combinación con alpaca, plata y cuero ya debidamente curtido.

El cuero procedente de la piel de, cabras, ovejas, vacas o caballos, una vez superados los procesos de curtido, es una materia prima muy presente en muchos de los regalos típicos argentinos. La marroquinería en torno a los gauchos, al caballo y su jinete, nos ofrece desde las botas, fajas, fundas de cuchillos a las monturas, accesorios y adornos propios del animal. También podemos encontrar infinidad de artículos y complementos realizados a mano como carteras, cinturones, pulseras, bolsos o prendas de vestir confeccionadas todas ellas en cuero.

Estos trabajos en cuero generalmente van acompañados con la orfebrería de la plata o alpaca, no solamente como elementos puramente decorativos o complementarios, también se confeccionan herramientas y útiles, así nos es fácil encontrar yuntas, espuelas, hebillas y un sinfín de productos realizados con estos materiales trabajados artesanalmente